domingo, 27 de enero de 2008

Siempre hay un adios

Ayer me fui a la cama temprano. En la madrugada, cansado de tanto dormir, abrìa los ojos solo para confirmar que el sol no habìa salido todavìa. Fue una noche larga, pero feliz. Al fin, al despertar,di una vuelta por el armario de mis primeros pensamientos. La cama estaba vacìa. Solo estaba yo y la certeza de que hace dìas ya no me cobijo con tu recuerdo.

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